Uno de los primeros libros relacionados con el IBM PC que leí y del que aprendí mucho fue «El IBM PC a fondo» de Peter Norton. En él aprendí qué eran las interrupciones BIOS y DOS, como se podía programar directamente sobre la memoria RAM usando un programa llamado «debug» y que permitía crear pequeñas utilidades en ensamblador.
Uno de los capítulos que recuerdo con cariño, ya que soy un fanático de estas historias de la «prehistoria» de la informática, fue el que se llama como esta entrada y que contaba la historia de cómo se cocinó el imperio de Microsoft por un acto de chulería.
Corría el año 1980 y Gary Kildall había ofrecido un sistema operativo para microprocesadores Intel a la empresa fabricante. El S.O. se llamaba CP/M y tras la negativa de Intel, Gary se dedicaba a vender el S.O. por catálogo tras haber montado junto a su mujer, Dorothy, su propia empresa: Digital Research.
Por aquella época IBM estaba preparando el lanzamiento del IBM PC y necesitaba un sistema operativo para su máquina, así que decidieron entablar negociaciones con Kildall para usar CP/M en ellas.
Acordaron una reunión pero, poco antes de la hora, Kildall decidió celebrar el cumpleaños de su esposa volando en su avioneta, dejando a los enviados de IBM esperando durante varias horas. Hasta que, finalmente, decidieron marcharse.
Bill Gates aprovechó es momento y contactó con IBM para ofrecerles un S.O. que no tenía, así que, contactó con Tim Patterson, quien había creado un clon de CP/M llamado QDOS, lo compró timó y le cambió el nombre por PC-DOS.
Poco después, IBM supo que PC-DOS infringía el Copyright de CP/M y llegó a un acuerdo con Digital Research. Sin embargo, la empresa nunca se recuperó.
Llegué a probar una versión de DR-DOS a principios de los 90, probablemente la versión 6, y tenía una serie de capacidades que le hacían ser un S.O. más robusto y funcional que MS-DOS pero la historia ya estaba escrita…
